Hace unos
días, platicaba con un amigo acerca del tarot y de la suerte, discutimos sobre
si había una relación entre uno y el otro y sin llegar a ninguna conclusión, me sugirió escribir al respecto.
Siempre me
ha interesado este tema y no por que crea que unas cuantas cartas develarán
nuestro futuro sino porque en ellas se encuentra plasmada la historia de la
humanidad, los aspectos y los arquetipos universales por lo que sin importar
lugar ni época, cada ser humano ha transitado y transitará. Inicio de ciclos,
amor, soledad, construcción de proyectos, fuerza, estancamiento, evolución,
cambios, crisis, etc. El tarot es una
herramienta de introspección y si el tarotista así lo entiende puede ayudar y
guiar al consultante a llevar a cabo ese viaje al interior de si mismo.
Sin embargo,
no estaba segura sobre que tema tratar en particular; ¿La suerte en la tirada?
¿La carta que “más suerte da”? ¿La suerte del consultante?
Un día
después de estar bajo la duda, sucedió algo increíblemente ligado a los dos
temas. Y para esto, tengo que nombrar a un personaje un tanto conocido y hacer
una breve introducción sobre mis
circunstancias en torno a lo sucedido.
Hace unos
años cuando me encontraba estudiando un curso sobre conciencia y meditación, un
compañero me preguntó si había leído a Alejandro Jodorowsky. En efecto, había
escuchado su nombre pero en realidad no conocía casi nada sobre él. Comencé a
descubrir su obra como cineasta, poeta, psicólogo, psicomago y tarotista, e
independientemente de que ahora esté “de moda” gracias a Twitter, a partir de ese momento me volví su gran seguidora.
Durante esos
días yo me encontraba en París al igual que el Sr. Jodorowsky, quien cada
miércoles cuando está disponible, visita el café “Le Téméraire” para dar
lecturas de tarot a algunos de los visitantes.
Así pues, el
miércoles siguiente estaba caminando por la avenida Daumesnil donde
precisamente está ubicado el famoso café y decidí pasar por ahí para preguntar
si habría lecturas ese día; y efectivamente, así sería. Sin decir más, el
mesero mencionó que a las 16:30 pasaría papel y pluma.
Me senté,
pedí un café y esperé mientras comenzaba a llegar más gente; personas de todas
partes del mundo: argentinos, franceses, italianos, alemanes y mexicanos.
A la hora
indicada el mesero repartió a cada uno de los asistentes un papel donde
teníamos que escribir nuestro nombre.
Media hora
después nos convocaron a todos alrededor de la barra. El mesero comenzó a
revolver los papeles al interior de un recipiente y comenzó a nombrar a los
seleccionados. Una mexicana que estaba ahí me comentó que había ido ya más de 3
veces sin que su nombre fuera seleccionado pero no perdía la fe.
Uno por uno
iban siendo nombrados, los elegidos gritaban de alegría mientras los demás
seguíamos esperando. Finalmente se escuchó: “atención que este es el último”
era la oportunidad final para muchos… y esa oportunidad ¡fue mía!
Sonreí muy
feliz y me entregaron la ficha con el último turno; el 22. Concluí que se
reparten 22 turnos simbolizando los 22 arcanos mayores del tarot y yo tenía ese
ticket en mis manos. Además en el tarot, la carta 22 representa “el loco”, el espíritu libre por esencia que ve de la vida una
aventura. De igual forma en la cábala este número significa la victoria, el éxito y la buena
suerte.
Llegó
Alejandro y se sentó en el fondo del café en medio de una larga mesa, cada uno
de los que tenían turno serían nombrados para sentarse frente a él, sin embargo
el resto podíamos sentarnos alrededor y escuchar todas las consultas. Simpatía,
ternura, empatía, compasión, complicidad, emoción y suerte se percibía en esa
mesa rodeada de 22 personas de todo el mundo unida por un mismo interés.
Finalmente
fue mi turno, estaba sentada frente a Alejandro Jodorowsky lista para que me
“echara la suerte”. Hablar de mi consulta sería exponer un tanto mi vida gente,
por lo que de esto no he de hablar. Lo que sí puedo decirles es que ese momento
será inolvidablemente único. Simplemente comprendí que no había suerte por
esperar o adivinar, la suerte estaba ya presente en ese momento.
¿Hay
entonces una relación entre el tarot y la suerte? Claro que la hay y es que la
suerte tiene que ver con absolutamente todo, no son las circunstancias ni los
hechos exteriores los que reflejan si está con nosotros o no. Es lo que
nosotros hacemos de ellas lo que lo determina.
¿Fue suerte que
me tocara salir en la rifa? ¡No lo sé! sólo sé que la suerte la hacemos nosotros
cuando nos permitimos verla y vivirla, cuando buscamos la ocasión, cuando nos
enfocamos en la magia y decidimos creer en ella. Cuando nos permitimos
experimentar lo extraordinario en la cotidiano.
¿Realmente
significa algo que me tocara el 22? ¡Tampoco lo sé! pero sé que yo elijo que así
sea y que yo elijo que mi vida esté llena de eventos únicos y sorprendentes. Si damos por sentado todo y creemos que la
suerte es ganarse la lotería, muy probablemente nos perdamos de cada uno de
los instantes de suerte que están
en este momento frente a nosotros y que rodean nuestra vida día a día a veces sin darnos cuenta.
Si quieres que la suerte cambie, cámbiate a ti mismo...
Alejandro Jodorowsky